Hoy en día existe consenso acerca de que un alto nivel de aprendizaje es importante para el crecimiento económico de los países. Sin embargo, los estudiantes de América Latina y el Caribe obtienen resultados inferiores en exámenes estandarizados en comparación a otros países de similar desarrollo económico, y muy inferiores al de los países con mejor desempeño. Entonces, ¿cómo el uso de la tecnología en educación puede contribuir a aumentar el aprendizaje de los estudiantes? Las nuevas tecnologías abren oportunidades para incrementar los aprendizajes de los estudiantes y reducir brechas entre grupos socioeconómicos. Los gobiernos de la región son conscientes de las oportunidades y desafíos de la tecnología y han invertido fuertemente en aumentar el acceso de los estudiantes a computadoras e internet principalmente a través de modelos de entrega de una computadora por niño. Entre 2006 y 2012, 20 de los 26 miembros prestatarios del BID han impulsado iniciativas de este tipo y se han distribuido cerca de 10 millones de computadoras portátiles en escuelas públicas de la región. Sin embargo, la evidencia sugiere que la infraestructura y la tecnología son necesarias, pero no suficientes, y deben orientarse de manera específica a mejorar los aprendizajes. La pregunta clave es: ¿cómo podemos diseñar e implementar programas efectivos de tecnología para mejorar el aprendizaje de nuestros niños y niñas? El objetivo de esta Nota Técnica es describir los principios que guiarán el trabajo operativo y analítico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el área de tecnología en educación para promover programas efectivos que permitan mejorar las habilidades de los estudiantes de Latinoamérica y el Caribe.