Las APP son una modalidad de ejecución complementaria con los esquemas tradicionales, por lo que deben ser consistentes con los sistemas de planificación y preparación de proyectos de inversión pública en salud. La condición mínima para utilizarlas exige la existencia de apoyo político y de un marco legal, capacidad de pago de largo plazo, un sector público competente para gestionar este tipo de proyectos, un sector privado con modelo de negocio consistente con las APP y proyectos robustos. Cumpliéndose estos requisitos mínimos, se debe evaluar si para el proyecto específico es más beneficioso recurrir a las APP o al modelo tradicional. Es importante identificar y relevar los riesgos que el Estado retiene en la ejecución de estos contratos, a modo de que pueda mitigarlos o gestionarlos de manera activa. Dentro de ellos destacan la identificación del terreno, la gestión de la demanda y oferta de servicios retenidos, la comunicación estratégica, así como las actividades relacionadas con la gestión del cambio.