Varias de las tecnologías emergentes, pero en especial la inteligencia artificial (IA), han tenido una creciente acogida bajo la promesa de cambiar la forma en que vivimos y trabajamos, y más recientemente, la promesa se ha volcado a utilizar su potencial para promover el bien social y dar respuestas a muchos de los grandes desafíos sociales como el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud como derecho fundamental de todos los ciudadanos. Actualmente en la lucha contra el COVID-19 con más mil millones de personas en cuarentena en el mundo, la tecnología se ha convertido en una de las herramientas más utilizadas por las autoridades y las comunidades, donde la IA ha asumido un rol esencial debido a su potencial. Desde analizar contenido de redes sociales hasta estimar la estructura de proteínas para el desarrollo de vacunas, la IA se presenta como una de las principales opciones tecnológicas de apoyo a las acciones de salud pública. Sin embargo, su alcance y efecto en esta pandemia puede ser muy limitado ante un contagio de crecimiento acelerado.