Frente a la disrupción que representó la llegada de la pandemia y la magnitud de los cambios en las rutinas familiares, los programas estatales para familias vieron sus opciones acotadas. El distanciamiento social puso en jaque una metodología de acompañamiento en cercanía y las familias manifestaban niveles de afectación cada vez mayores. La situación de emergencia sanitaria las enfrentó a mayores niveles de estrés, al distanciamiento de sus redes de apoyo y espacios de socialización y cuidado. Aquí te presentamos un proyecto piloto diseñado en Uruguay para acompañar a las familias de forma remota. El costo de la pandemia para el desarrollo infantil Los costos de la emergencia sanitaria son altos para cuidadores, padres y niños. El estrés parental, sumado a los conflictos y los índices de violencia intrafamiliar y vulnerabilidad aumentaron, representando un riesgo de alterar los buenos tratos y la crianza libre de violencia. La pandemia impulsó el adaptar estrategias para continuar acompañando a las familias en este nuevo escenario a través de nuevas formas y formatos. Desde el Proyecto Parentalidades Comprometidas con la Primera Infancia, implementado en Uruguay desde el 2018, se busca promover en los referentes familiares el fortalecimiento de su ejercicio parental, promotor del desarrollo integral del niño y la niña.