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En 2021, se estimó que existen alrededor de 50 millones de personas en el mundo en una situación de trata o explotación de personas. Tanto a nivel global, regional, así como en México, menos del 1% de las víctimas son identificadas. La pandemia de COVID-19 impactó negativamente los esfuerzos para combatir la trata de personas. De acuerdo con el último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2022), el número de víctimas detectadas a nivel mundial en 2020 disminuyó un 11 por ciento en comparación con 2019.

Las mujeres y las niñas siguen siendo desproporcionalmente las más afectadas por la trata de personas a nivel global, representando el 60 por ciento de las víctimas detectadas en 2020. Durante la situación de trata, las niñas y mujeres tienen tres veces más probabilidades de sufrir violencia explícita o extrema en comparación con los niños y hombres, mientras que para los niños este riesgo es aproximadamente dos veces mayor que para los adultos.

Necesidad de abordaje y visión sistémica de la problemática

La baja identificación de víctimas dificulta el análisis de la problemática. Esto a su vez dificulta el diseño de políticas y la asignación de recursos para la identificación, contabilización y atención efectiva.

En un informe realizado por el BID (2022), se reconoce a la trata de personas como un fenómeno complejo que requiere la acción de múltiples sectores para brindar respuestas oportunas, coordinadas y sostenibles. Por ello, es crucial fortalecer las capacidades del ecosistema de las instituciones encargadas de la prevención, detección, atención y protección, así como la investigación y la judicialización de este delito.

En una visión sistémica de la problemática de la trata y explotación de personas, es necesario comprender el contexto y el rol de distintos actores desde una perspectiva preventiva, así como de reacción.

Oportunidades de detección y prevención en el sector hotelero en México

Los hoteles en la región enfrentan riesgos específicos a ser utilizados por redes de crimen organizado para la explotación, a que su personal sea vulnerable al delito, y a incurrir en malas prácticas laborales.

Un estudio de BID Invest y la organización SINTRATA (2022) observó que los hoteles en México detectan posibles situaciones de trata en sus entornos, pero no cuentan con mecanismos de reacción y seguridad adecuados. El estudio además identificó tres grandes hallazgos vinculantes al sector privado, y particularmente de las MIPYMEs hoteleras:

  1. Existen riesgos que son particulares al sector turístico en lo referido a las modalidades de explotación sexual y laboral. Estos riesgos afectan sobre todo a mujeres, infancias, adolescentes, personas migrantes e indígenas.
  2. Las buenas prácticas, como códigos de conducta, benefician a grandes cadenas hoteleras internacionales. Sin embargo, no llegan a la mayor parte de los hoteles México.
  3. Las herramientas disponibles en la región no abarcan los distintos riesgos que enfrenta el sector y las poblaciones afectadas en el contexto de México.

Los hoteles micro, pequeños y medianos (MIPYMEs) representan la gran mayoría de los hoteles en México y consideran que la problemática está cercana a sus comunidades. Los hoteles son el destino de una serie de operaciones en la que pueden llegar a participar otros actores del ecosistema del turismo. Asimismo, los hoteles y sus cadenas de suministro o proveedores son un foco rojo para la explotación laboral.

Fenómenos complejos, soluciones innovadoras

La Iniciativa de Paridad de Género en México, tiene uno de sus enfoques sectoriales en turismo. Esta alianza público-privada se propuso desarrollar una primera propuesta de caja de herramientas para hoteles MIPYMEs contra la trata de personas. Esta propuesta estuvo liderada por la organización SINTRATA, y representa una continuidad en el diagnóstico y profundización de la problemática en México.  

La caja integra una serie de políticas y mejores prácticas internacionales e incluye una primera adaptación de las mismas a nivel regional, en el idioma español y en respuesta a los riesgos y características específicas del sector hotelero en México, principalmente los MIPYMEs. El instrumento se concibe como el punto de partida para un proceso de discusión y contextualización en conjunto con la comunidad hotelera de México, otros actores estratégicos y asesores técnicos.

La caja de herramientas está organizada a partir de los siguientes ejes de acción:

  • Prevención y denuncia de trata.
  • Garantizar un reclutamiento ético y trabajo digno de los empleados directos e indirectos.
  • Incluir una perspectiva de género para asegurar igualdad de condiciones, oportunidades y remuneración para las mujeres.

Una colaboración público-privada para detectar y prevenir la trata

Actualmente estamos llevando una primera fase de pilotaje del instrumento que busca validar el marco conceptual, las políticas y los materiales de apoyo dentro del instrumento, además de preparar su implementación y certificación efectiva en hoteles MIPYMEs. El conocimiento generado deberá permitir el desarrollo de un conjunto de herramientas que, a través de tecnologías de la información y comunicación (TICs) permitan fortalecer las capacidades de las MIPYMEs hoteleras para identificar, prevenir y reaccionar a la trata y explotación de personas.

La trata de personas es un delito complejo y difícil de detectar, por lo que el enfoque multisectorial y las alianzas estratégicas con el sector privado se vuelven indispensables para mejorar la prevención, atención a víctimas y persecución. Desde el BID, seguimos trabajando para apoyar en la detección, prevención, y atención de este crimen en la región de América Latina y el Caribe.

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Trata y explotación de personas en el sector hotelero: ¿cómo hacerle frente?
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