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Podemos seguir convenciendo al mundo de que invertir en el desarrollo infantil es importante. La evidencia sobra. Pero a la hora de incidir e impactar en grande, todavía quedan preguntas pendientes: ¿cómo pueden las sociedades proteger mejor a la niñez? ¿Cómo optimizar los presupuestos de las políticas? ¿Cómo tender puentes entre los sectores público, privado y académico para mejorar la vida de millones de niños? Para dar respuesta a estas y otras preguntas, recientemente se inauguró en México el Centro de Primera Infancia, un hito para el desarrollo de esta agenda de política.

Este enorme esfuerzo de articulación, liderado por Fundación FEMSA y el Tecnológico de Monterrey, tuvo su lanzamiento en el marco del Primer Foro Internacional de Primera Infancia, que contó con múltiples expertos nacionales e internacionales que elevaron la conversación de las políticas de desarrollo infantil para este país y para América Latina.

¿Cuál es la motivación del Centro de Primera Infancia?

El Centro de Primera Infancia se centra en tres mensajes clave:

1- La primera infancia es la etapa más determinante para nuestro bienestar

En los primeros 3 años de vida se forma el 90% de nuestro cerebro, al mismo tiempo que se forman otros sistemas biológicos. Por eso, los orígenes de las enfermedades más costosas para nuestros sistemas de salud se encuentran en esta sensible etapa.

2- El desarrollo infantil tiene un efecto multiplicador y es la base del desarrollo sostenible

El profesor James Heckman, Premio Nobel de Economía, ha demostrado retornos a la inversión de más del 13% anual por cada dólar invertido en programas de primera infancia con base en estudios longitudinales que han seguido por décadas a los niños que participaron en programas de educación inicial de alta calidad (uno de ellos en Jamaica). Estos estudios han encontrado que tienen muchas mejores posibilidades de ir a la universidad, de tener un trabajo mejor remunerado y un menor riesgo de caer en actividades delictivas. También es muy alto el costo de la inacción: no invertir en primera infancia puede costarle a los gobiernos hasta 2% de su producto interno bruto.

3- Necesitamos acción coordinada

Se ha avanzado mucho en el entendimiento de la primera infancia, aunque los presupuestos de la mayoría de los países aún no lo reflejen. La revista The Lancet publicó en 2017 que el 43% de los niños de 0 a 5 años que provienen de países de ingreso medio y bajo están en riesgo de no lograr su máximo potencial.

Un año después, la OMS y UNICEF desarrollaron un marco de cuidado que nos plantea una hoja de ruta, marcando 5 componentes necesarios para un desarrollo pleno: la salud, nutrición, seguridad y protección, oportunidades para aprendizaje temprano y cuidado responsivo. Esto ha permitido a gobiernos, organismos internacionales, fundaciones y sociedad civil usar un lenguaje común que el Centro aprovechará para cruzar distintas disciplinas y sectores con un enfoque sistémico y coordinado.

Socios estratégicos para un impacto nacional y regional

Con el objetivo de incrementar el impacto en la región, el Centro nace en alianza clave con “La Tríada” que incluye a la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de los Andes de Colombia y el Tecnológico de Monterrey en México.

Además, cuenta con socios estratégicos internacionales. Del lanzamiento participaron representantes del  Center for the Developing Child at Harvard University, Georgetown University Center for Child and Human Development y Stanford Center on Early Childhood, quienes abordaron temáticas como los fundamentos científicos de la primera infancia, con foco en la neurociencia y el impacto del ambiente, y el rol de las universidades en el estudio de los primeros años.

Adicionalmente, Maureen Black, psicóloga pediátrica de la Universidad de Maryland presentó los hallazgos del meta análisis del programa Reach Up, basado en el programa de visitas domiciliarias en Jamaica que se publicó recientemente en el Suplemento EspecialPromoviendo el desarrollo infantil a nivel mundial a través de intervenciones de cuidado” en la revista Pediatrics.

Para atender el enfoque nacional, el evento también dedicó un panel a la situación de la primera infancia en México sobre el que escribiremos en un próximo post. (¡Mantente conectado!).

¿A qué se dedicará el Centro de Primera Infancia?

El Centro trabajará en torno a cuatro ejes:

  • Investigación: impulsará la ciencia transdisciplinaria y con impacto regional.
  • Educación: formará a actores clave del ecosistema de primera infancia.
  • Vinculación: permitirá propiciar espacios de conexión y relacionamiento entre los diferentes actores del ecosistema (organizaciones, asociaciones civiles, fundaciones y gobiernos).
  • Comunicación y divulgación científica: divulgará conocimiento y comunicará efectivamente evidencia sobre primera infancia.

Lorena Guillé-Laris, Directora Ejecutiva de Fundación FEMSA, reflexionó sobre el compromiso del Centro. “Según el Pacto por la Primera Infancia, 5 de cada 10 niños y niñas menores de 6 años en México viven en condiciones adversas que limitan su desarrollo. Queremos conectar a estos niños con la auténtica posibilidad de que esto cambie. No queremos que nuestra generación quede en deuda con ellos”. Asimismo, ilustró su visión para el Centro con la metáfora de un puente: un puente entre la investigación y la incidencia pública, para que los cambios sucedan para todos los niños y niñas de la región.

Para conocer más sobre el Centro de Primera Infancia ingresa aquí.

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Se lanza el Centro de Primera Infancia en México para la región: un puente entre el conocimiento y la incidencia
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