Enviado por SPH DIGITAL el

Entre las iniciativas del Laboratorio de Ciudades del BID, un ya ampliamente difundido documental ha puesto a circular una provocadora frase: “Tu código postal afecta más a la salud que tu código genético”. Pero ¿qué significa eso? Un código postal es un número asignado para identificar y ubicar un área geográfica determinada. El código genético es el conjunto de informaciones y reglas que determinan la reproducción celular. ¿Cómo puede ser que la localidad sea más determinante que la herencia? Veamos un simple ejemplo.

La inequidad es un concepto vivo

Antonio acaba de nacer. Por el barrio en el que está, esperamos que viva al menos unos 85 años. Mikel, otro bebé recién nacido, vive en la misma ciudad, pero en un barrio completamente distinto. Solo con ese dato, suponemos que vivirá unos 70 años. ¿Podemos imaginarnos las diferencias en los entornos en que ambos niños han nacido? En el primer caso, las viviendas son de material sólido, amplias, cuentan con servicios básicos adecuados, hay plazas y parques y sus habitantes pueden ir caminando de manera segura a comercios y servicios. En el segundo caso, el panorama es muy distinto: las soluciones habitacionales son de material ligero, autoconstruídas, más pequeñas, tienen mayor número de ocupantes, no cuentan con agua potable y los centros de servicios más cercanos están a 13 kilómetros.

¿Es suficiente esto para explicar esos 15 años de diferencia en la esperanza de vida al nacer para Antonio y Mikel? No. El diseño físico del espacio urbano, la materialidad del entorno, el ambiente construido, influyen notablemente en la calidad de vida de las personas. Pero también las condiciones socioeconómicas de sus habitantes.

Volvamos a nuestros dos niños. En el caso de Antonio, sus padres tienen más de 12 años de educación, ellos pudieron asistir tempranamente al preescolar y ya saben a qué centro quieren llevar a su hijo dentro de algunos meses. En el caso de Mikel, ninguno de sus padres finalizó la secundaria, no se han planteado la posibilidad de buscar un centro de cuidado infantil para su hijo y, si lo hicieran, tendrían que desplazarse hacia otro punto de la ciudad y con costo o difícil de asumir.

Este dramático ejemplo de acentuadas diferencias de situaciones y contextos representa lo que ocurre con muchas de las ciudades en América Latina y El Caribe donde la segregación residencial y las desigualdades espaciales generan brechas importantes en calidad de vida y salud.

Mira el documental “Salud y Ciudad”

El peso de la ciudad sobre la salud de los niños

Las inequidades en salud, esas indeseables diferencias que se pueden evitar y que afectan notablemente a las poblaciones más vulnerables, son resultado de varios factores que, en conjunto, generan condiciones y entornos adversos para el desarrollo, en particular de los niños. Pensemos, por ejemplo, en las 5 formas más comunes en que los entornos urbanos pueden afectar las condiciones de vida de los más pequeños:

  1. Los niños que viven en entornos urbanos con altos niveles de contaminación del aire tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas respiratorios, como asma y bronquitis. Altos niveles de polución pueden generar también problemas de desarrollo cognitivo y trastornos del comportamiento.
  2. Los niños con acceso a espacios verdes —propicios para el juego, la actividad física y la conexión con la naturaleza— pueden tener una mejor salud física y mental que aquellos sin acceso a estos espacios.
  3. Los niños que viven en entornos urbanos con una mala regulación de la velocidad, menos infraestructura para el desplazamiento peatonal seguro y menos vías para la circulación de ciclistas, son particularmente vulnerables a los accidentes de tráfico.
  4. Los niños que están sistemáticamente más expuestos al ruido ambiental pueden tener una peor calidad de sueño y, por lo mismo, dificultades de concentración, problemas de aprendizaje y peor rendimiento escolar.
  5. Los niños que viven en zonas más apartadas y con mayores dificultades para acceder a establecimientos de educación o de salud tienen menos probabilidades de gozar de una buena salud y oportunidades que les permitan alcanzar su máximo potencial de desarrollo.

Pensar la salud infantil desde el diseño de las ciudades

Trabajar por una mayor equidad en salud significa generar condiciones para que todos tengan una oportunidad justa de alcanzar su desarrollo integral y revertir desventajas que pueden afectar esa posibilidad. Los entornos urbanos y las condiciones de vida generadas para sus habitantes están llenas de posibilidades pero también de numerosos obstáculos que pueden afectar la salud, en particular la de los niños, y desde edades muy tempranas.

El llamado a la acción es claro: construir entornos socioambientales saludables y, por lo tanto, considerar las políticas de desarrollo urbano inclusivo como políticas favorables al desarrollo infantil.

El reto no es fácil si, además de integrar servicios y ciudades para romper con las desigualdades que genera la segregación, pensamos en clave de cambio climático: este fenómeno acentúa las desigualdades en salud al introducir nuevos riesgos. Y esto resulta especialmente acuciante en niños en hogares pobres o barrios vulnerables. 

¿Por qué volvemos una y otra vez a este círculo que relaciona desarrollo infantil, pobreza y ahora cambio climático? Simple: las temperaturas extremas, las sequías y las inundaciones tienen importantes consecuencias para la salud y tanto el riesgo de exposición como los efectos de estos fenómenos, afectan a las comunidades que cuentan con menos recursos para hacer frente a esos riesgos. ¿Por qué sumamos a esta ecuación el desarrollo urbano? Las viviendas inadecuadas, la falta de espacios verdes y el aire contaminado se concentran más en los barrios más pobres.

Las medidas para atenuar los impactos del cambio climático se transforman así en importantes políticas para reducir las inequidades en salud, del mismo modo que abordar los determinantes socioambientales que inciden en las inequidades en salud pueden ser poderoso aliado para reducir los impactos del cambio climático. Cuéntanos: ¿crees que en tu país las políticas de desarrollo urbano toman en cuenta las necesidades de niños y niñas? ¿Conoces iniciativas de salud infantil que tengan que ver con el acondicionamiento de las ciudades?  

The post Niños más sanos, en ciudades más saludables appeared first on Primeros Pasos.

Imagen
Niños más sanos, en ciudades más saludables
Division
Language content
Spanish