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El interés público por las políticas que promueven la equidad racial está creciendo en todo el mundo, especialmente en América Latina y el Caribe (ALC), una región conocida por sus grandes desigualdades de ingresos y raciales.

Los afrodescendientes son uno de los mayores grupos de población de la región, representan entre el 20 y el 30 por ciento de la población y aproximadamente la mitad de los pobres de la región. Sus salarios son, de media, un 17% más bajos que los del resto de la población, y tienen más probabilidades de vivir en la pobreza crónica. La pobreza también afecta al 43 por ciento de la población indígena de la región, una cifra que es más del doble de la proporción de no indígenas en la misma situación, y la brecha salarial ajustada para los indígenas es del 27 por ciento.

Mediante una fiscalidad y un gasto público bien diseñados, los gobiernos de la región pueden reducir las desigualdades étnicas y raciales. En la actualidad, los impuestos directos y las transferencias en ALC son predominantemente daltónicos, y tienen escaso poder redistributivo para reducir las disparidades étnico-raciales generalizadas en la región. El mismo reto se plantea en el lado del gasto. El proceso presupuestario no tiene en cuenta las repercusiones del gasto público en la igualdad racial, lo que impide a los gobiernos dar prioridad a políticas que podrían contribuir positivamente a reducir la desigualdad entre los distintos grupos raciales de la sociedad.

Este fue el tema del evento Racial Equity Budgeting: Lecciones de Estados Unidos y Brasil, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Discutimos cómo funciona el presupuesto de equidad racial y cómo las ciudades y los estados están aplicando este instrumento para reducir la desigualdad racial.  En el evento, miramos de cerca las experiencias del Gobierno Federal de los Estados Unidos, las ciudades americanas de Filadelfia y Washington DC, y el estado brasileño de Ceará.  

En este blog resumimos las principales conclusiones del evento.

¿Qué es la presupuestación con equidad racial?

La presupuestación con equidad racial es la integración de una perspectiva de equidad racial en las políticas fiscales y los procesos de gestión de las finanzas públicas (PFM).

Reconociendo que los presupuestos y las políticas nunca son neutrales, la presupuestación con equidad racial pretende ayudar a los gobiernos a diseñar y aplicar políticas de forma más inteligente, minimizando los impactos negativos no deseados en segmentos específicos de la población. Por ejemplo, en muchos países de América Latina y el Caribe, se ha observado que el gasto público en becas y educación terciaria, aunque útil para promover la acumulación de capital humano entre la población, beneficia desproporcionadamente a la población blanca y no indígena, contribuyendo a perpetuar las desigualdades.  

La integración de la raza en el proceso presupuestario implica el establecimiento de normas y prácticas específicas para garantizar que la equidad racial se tenga en cuenta sistemáticamente en la toma de decisiones y la gestión. Dado que el proceso presupuestario está en el centro de la asignación y ejecución de los recursos públicos, la presupuestación racial puede desempeñar un papel fundamental en la integración de la raza en la política fiscal.

Para ver cómo podría integrarse la raza en todo el proceso presupuestario, es importante recordar cómo funciona el ciclo presupuestario. Comienza con la planificación presupuestaria y continúa con la formulación, el debate, la ejecución y la evaluación. En cada etapa se pueden incorporar diversas herramientas para garantizar que las políticas y los programas públicos tengan en cuenta la equidad racial (véase la figura 1). Es importante adaptar estas estrategias al contexto local, ya que no existe un enfoque único.

Figura 1. Institucionalización de la perspectiva racial en el proceso presupuestario Institucionalización de la perspectiva racial en el proceso presupuestario

Fuente: Adaptado de ONU Mujeres.

¿Por qué es importante?

En primer lugar, invertir en equidad racial tiene sentido desde el punto de vista económico. No es sólo lo correcto desde el punto de vista de la equidad, sino también en términos de crecimiento económico. La desigualdad racial impide que las personas aprovechen al máximo su potencial económico, y el racismo sistémico conlleva importantes costes económicos. Una sociedad con menores desigualdades raciales es una sociedad económicamente más fuerte. Cuando las comunidades marginadas tienen acceso a la educación, la atención sanitaria y las oportunidades económicas, puede producirse un aumento de la productividad y el crecimiento económicos, lo que beneficia a la sociedad. En Estados Unidos, por ejemplo, se prevé que la brecha de riqueza entre blancos y negros suponga una penalización del PIB de entre el 4% y el 6% en 2028 debido a la pérdida de consumo e inversión (Noel y otros, 2019).

En segundo lugar, el conocimiento es poder. Existen disparidades raciales en diversos sectores, como la educación, la sanidad, la justicia penal, la vivienda y el empleo. Al dar prioridad a la equidad racial en las decisiones presupuestarias, los gobiernos y las organizaciones pueden trabajar para reducir estas disparidades y crear un terreno de juego más equitativo. Si se hace correctamente, la presupuestación de la equidad racial puede hacer visibles las desigualdades existentes y ayudar a los gobiernos a comprender el impacto de sus elecciones en los resultados de la equidad racial y a tomar decisiones más informadas.

En tercer lugar, no se trata de gastar más, sino de gastar mejor. La presupuestación de la equidad racial no consiste en aumentar el gasto en programas de equidad racial de forma generalizada. Se trata más bien de la calidad del gasto y de analizar las políticas fiscales y las decisiones presupuestarias para comprender su impacto. Es importante que destinemos los fondos públicos con eficacia y nos aseguremos de que contribuyen a los objetivos generales de igualdad racial y empoderamiento del país.  

En cuarto lugar, el presupuesto de equidad racial promueve la justicia, aborda las injusticias históricas y mejora el bienestar de la comunidad. Es un paso fundamental hacia la construcción de una sociedad más equitativa y próspera para todos.

Algunos ejemplos recientes de presupuestos raciales

Durante el evento, revisamos varias acciones implementadas por los gobiernos para introducir la presupuestación racial en diferentes agencias gubernamentales, que van desde la emisión de órdenes ejecutivas, la creación de nuevas unidades con un mandato especial, el diseño e implementación de planes de acción, la creación de herramientas y la participación de la sociedad civil.

Mandatos federales

El gobierno de EE.UU. ha promulgado varias órdenes ejecutivas que ordenan a los organismos federales apoyar la aplicación de una estrategia global de equidad y colaborar con la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) en el proceso presupuestario federal para identificar inversiones que produzcan resultados equitativos para todos los estadounidenses, dotar adecuadamente de recursos a los Equipos de Equidad de los Organismos, facilitar iniciativas y prácticas de datos equitativos e incluir actividades específicas de equidad y experiencia del cliente y necesidades de capacidad en las solicitudes presupuestarias de los organismos.

Además, la OMB debe apoyar los planes y actividades de los organismos relacionados con la equidad para promover la inversión y los resultados equitativos a través del Presupuesto del Presidente y actualizar los procesos internos, las directivas y las orientaciones de todo el Gobierno para apoyar la toma de decisiones equitativa, el despliegue equitativo de la asistencia financiera y técnica, y ayudar a los organismos a promover la equidad.

Planes de acción

La ciudad de Filadelfia creó la Estrategia de Equidad Racial, que requiere que todos los departamentos de la ciudad desarrollen Planes de Acción de Equidad Racial, y en 2020 anunció planes para integrar la equidad racial en el proceso presupuestario. Incluye cuestionarios de equidad racial de todos los departamentos como parte de la presentación del presupuesto anual para orientar la asignación de recursos. Estos cuestionarios incluyen evaluaciones de los programas y políticas existentes, así como una valoración de cómo los nuevos gastos podrían afectar potencialmente a la equidad racial.

Nueva unidad y herramientas

Washington DC creó en 2021 la Oficina de Equidad Racial (ORE), dependiente de la Oficina del Administrador Municipal, y ha desarrollado la Herramienta Presupuestaria de Equidad Racial, un conjunto de preguntas que los organismos deben plantearse en la fase de formulación del presupuesto cuando reprogramen, soliciten capital, concedan subvenciones o utilicen fondos federales. Esta herramienta ayuda a los organismos a evaluar cómo su presupuesto puede beneficiar o perjudicar a las comunidades locales, en particular a las comunidades negras, indígenas y de personas de color, y a identificar los programas y servicios con mayor capacidad para cerrar la brecha de la equidad racial.

Directrices con participación comunitaria

El Estado de Ceará está a la vanguardia de la adopción de un presupuesto sensible a la raza entre los estados brasileños. El Plan Plurianual 2024-2027 ha aportado un enfoque integral a favor de la igualdad étnica y racial, entre otras cuestiones transversales, a la definición de las directrices y prioridades que guiarán los programas y políticas públicas en todos los sectores durante los próximos cuatro años. Esto se logró a través de un significativo proceso de participación comunitaria, que incluyó reuniones presenciales en diversas regiones del estado y la oportunidad de participación virtual.

Lecciones aprendidas de estas experiencias

A partir de las experiencias discutidas en la reunión, los participantes debatieron algunas lecciones clave aprendidas:

  • Fijar objetivos claros y establecer una estrategia global. Las prácticas presupuestarias de equidad racial deben guiarse por una estrategia sobre cuestiones raciales que establezca objetivos y compromisos claros: ¡los países deben saber lo que intentan conseguir y tener objetivos mensurables! Para alcanzar estos objetivos, es importante desarrollar un plan secuencial que integre la presupuestación de la equidad racial en las políticas fiscales y los procesos de gestión de las finanzas públicas, en un plazo razonable y de forma coherente con la estrategia racial.
  • El apoyo de los dirigentes es fundamental. El compromiso de los más altos niveles de gobierno es esencial para el éxito de la aplicación de los planes de acción de equidad racial. Los mensajes claros y el lenguaje normalizado sobre la equidad racial facilitan la comprensión y el apoyo.
  • Comprometerse con la comunidad local. Dar prioridad a las aportaciones y la participación de la comunidad en todo el proceso de elaboración del presupuesto, respetando al mismo tiempo unos plazos y ciclos estrictos. Este enfoque puede institucionalizarse mediante grupos de discusión y reuniones dirigidas por la oficina presupuestaria para informar a los residentes sobre el proceso y recabar sus aportaciones.
  • La calidad y la disponibilidad de los datos son fundamentales. Generar datos desglosados que permitan realizar evaluaciones de la equidad racial, llevar a cabo el seguimiento y la evaluación, y generar pruebas que refuercen la toma de decisiones. Las herramientas presupuestarias para la equidad racial permiten a los gobiernos identificar lagunas y analizar el impacto del gasto en los diferentes grupos raciales. Una buena disponibilidad de datos desglosados para los indicadores de equidad racial es esencial para realizar evaluaciones de impacto y supervisar los progresos.
  • Invertir en el desarrollo de capacidades. Invertir en formación y capacitación del personal, no sólo en la unidad responsable de la presupuestación de la equidad racial, sino en todos los organismos gubernamentales. Garantizar que haya un equipo dedicado a la equidad que dirija el proceso y proporcione orientación y asistencia técnica al resto del gobierno.
  • La persistencia y la disciplina son esenciales. Comprender que abordar la equidad racial lleva tiempo, es complejo, es responsabilidad de todos los sectores y organismos, y requiere un cambio cultural para los organismos y el personal presupuestario.

Puede ver la grabación digital del acto para saber más sobre las prácticas y retos actuales.

Agradecemos a Samuel Ceccon su ayuda en este blog.

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Presupuestos con equidad racial: Una poderosa herramienta para reducir las desigualdades
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