Las pruebas de logro académico han tenido un tremendo impacto en los currículos y la pedagogía. A menudo, cuando se pone mayor énfasis en los exámenes nacionales, que son utilizados como un indicador de calidad de las escuelas, los maestros se ven tentados a enseñar en función del examen. Además, las escuelas tienden a disminuir el tiempo dedicado a impartir instrucción en los cursos de artes, música e idiomas, materias que no están incluidas en estas pruebas. Más tiempo se dedica a la lectura y las matemáticas, a expensas de las artes y la música, con el fin de mejorar los resultados en las pruebas. Esta tendencia representa un problema porque la música y las artes, que son cursos que suelen ser los primeros en ser reducidos, pueden contribuir a mejorar los resultados de las pruebas de matemáticas y lectura. Este video muestra una serie de noticias respecto a la relación existente entre la música y la mejora del aprendizaje.
Obtener éxito en las artes implica a menudo tender un puente para lograr el éxito en el aprendizaje de otras materias. Por ejemplo, la música es similar al lenguaje y las matemáticas, ya que es un idioma extranjero, que requiere de una interpretación determinada. Se basa por ejemplo en fracciones para lograr el tempo necesario y requiere la formulación de divisiones exactas y precisas para lograr niveles adecuados de ritmo, así como para reproducir las octavas y los acordes. El ritmo de la música también se relaciona con el ritmo que se encuentra incorporado en la poesía. Recientes estudios de resonancia magnética muestran que el procesamiento matemático y musical se lleva a cabo en las mismas áreas del cerebro. De ese modo surge la hipótesis de que la formación musical temprana puede contribuir al desarrollo de similares redes neuronales requeridas para llevar adelante las tareas numéricas y matemáticas (Schmithhorst y Holanda, 2004).
En términos de resultados, en un estudio realizado en 1998, estudiantes provenientes de las clases socioeconómicas bajas que tomaron clases de música desde los grados nueve a doce aumentaron sus puntajes en matemáticas y puntuaron significativamente más alto que los estudiantes del mismo nivel socioeconómico que no estuvieron involucrados con un aprendizaje musical. Por supuesto que pueden existir una serie de factores que influyen en los resultados. Sin embargo, más y mejores evidencias están siendo recopiladas para sustentar la relación existente entre la música, las artes y el desarrollo cognitivo. De acuerdo con la Fundación Dana, parece existir un consenso general que permite sostener que el entrenamiento musical altera el desarrollo neurológico y puede fortalecer las habilidades cognitivas.
Además de la creciente evidencia de la correlación entre la música y la cognición, el adiestramiento musical también contribuye positivamente al desarrollo infantil y juvenil de otras maneras. En efecto, es posible mejorar la autoestima, la confianza y contribuir a la disminución de la violencia juvenil. Se pueden encontrar ejemplos en los programas de terapia musical que muestran que también es posible restablecer la normalidad en los jóvenes afectados por la violencia. Los programas de música en Brasil, por ejemplo, son utilizados para esbozar una salida a los jóvenes afectados por la violencia y las drogas, así como para proponer opciones alternativas y positivas en sus vidas. La música también se ha utilizado para promover la no violencia, la paz y el entendimiento entre los jóvenes, como se puede ver en este video producido por ex miembros de las pandillas en Los Ángeles:
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